28 de julio de 2008

Arthur Rimbaud (20 de octubre de 1854 – 10 de noviembre de 1891)


Antaño, si mal no recuerdo, mi vida era un festín donde corrían todos los vinos, donde se abrían todos los corazones.Una noche, senté a la Belleza en mis rodillas. Y la encontré amarga. Y la injurié.Yo me he armado contra la justicia.Yo me he fugado. ¡Oh brujas, oh miseria, odio, mi tesoro fue confiado a vosotros!Conseguí desvanecer en mi espíritu toda esperanza humana. Sobre toda dicha, para estrangularla, salté con el ataque sordo del animal feroz.Yo llamé a los verdugos para morir mordiendo la culata de sus fusiles. Invoqué a las plagas, para sofocarme con sangre, con arena. El infortunio fue mi dios. Yo me he tendido cuan largo era en el barro. Me he secado en la ráfaga del crimen. Y le he jugado malas pasadas a la locura.Y la primavera me trajo la risa espantable del idiota.

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