20 de marzo de 2013

Elena Vera. (Caracas, Venezuela 1939-1997)



XV
Y llevaré los tres pelos de gato
hasta la colina
y levantaré el cuchillo del sacrificio
y lavaré mi cuerpo
con el agua enlunada
y me untaré con la savia
de la flor misteriosa

Por ti regresaré a las hechicerías
está escrito


XX
Ando empapada de muerte
porque después de ti
vendrán
aaaaaaael miedo
aaaaaaaaaaaaaaaa y
aaaaaaaaaaaaaaaaaaala ceniza
los largos días ya vacíos
el aire sucio de las calles.






Actos de fuga

Percibo ya / actos de fuga //

En verdad ya existíamos poco / pero / estos

desgastes transitorios

nos vuelven delicados / durante muchos días /

convalecientes //

Salgo / pues / de tu espacio / número inexisten-

te / apenas / reverenciado //

Quédate con la delirante melancolía / de las

tardes/

No averiguaré / tu sombra




Huésped.

No me siente usted en su alta mesa

no me tiente con sus manjares delicados

no me dé a beber de ese licor exquisito

no me deslumbre con sus ademanes

no resquebraje la aparente frialdad de mi cuerpo

no entre así, viento terrible, en mis días

no me enseñe el otro lado del poema

no me decrete nuevas emociones

no le conceda otro ritmo a mis noches

no borre la verdad de mis amaneceres

no diga que me ama

tendría miedo a la melancolía de la ausencia

Deme posada en el último cuarto

allí

donde nadie sepa

un sorbo de agua, apenas, para la sed

y sopa caliente para confortar el cuerpo

me iré cuando haya descansado


entraré

suavemente

en la noche

y caminaré bajo las estrellas.