
Vámonos patria a caminar, yo te acompaño Yo bajare los abismos que me digas. Yo beberé tus cálices amargos. Yo me quedare ciego para que tengas ojos. Yo me quedare sin voz para que tu cantes. Yo he de morir para que tu no mueras, para que emerja tu rostro flameando al horizonte de cada flor que nazca de mis huesos (...).
Para que los pasos no me lloren, para que las palabras no me sangren: canto. Para tu rostro fronterizo del alma que me ha nacido entre las manos: canto. Para decir que me has crecido clara en los huesos más amargos de la voz: canto. Para que nadie diga: tierra mía! con toda la decisión de la nostalgia: canto. Por lo que no debe morir, tu pueblo: canto. (...)